Por Ignacio Cervera, Psicólogo Experto en Chemsex
El fenómeno del chemsex ha estado ganando visibilidad en los últimos años, sobre todo por el impacto que tiene en la salud física y mental de quienes participan en estas prácticas. Como psicólogo especializado en chemsex me he enfrentado a una amplia variedad de sustancias psicoactivas utilizadas en este contexto. Una de las más controvertidas y peligrosas es el famoso monkey dust que aunque en España todavía no es muy habitual si que recibo casos online procedentes del norte de Europa.
En este artículo, vamos a desglosar en profundidad qué es el monkey dust, su origen, su relación con las catinonas sintéticas, y cómo ha llegado a convertirse en una droga que preocupa cada vez más en el escenario del chemsex.
¿Qué es el Monkey Dust?
El término monkey dust empezó a usarse para describir a la MDPV (metilendioxipirovalerona), una catinona sintética súper potente que empezó a aparecer por ahí en 2008. Esta sustancia se hizo conocida por sus efectos bastante intensos, como episodios de paranoia, agresividad y delirios. Viene en forma de un polvo blanco o beige, que se puede inhalar, ingerir o inyectar. Los efectos son parecidos a los de las anfetaminas o la mefe pero «multiplicada por 100» según algunos de mis pacientes: un chute de energía, alerta total y un subidón de ánimo que, aunque atractivo, tiene su lado oscuro, y no solo por la pedazo de resaca. Sigue leyendo y te cuento más.
Efectos del Monkey Dust en el Chemsex ¿Por qué Preocupa?
Desinhibición extrema: Es fácil que pierdas de vista tus propios límites. Esto puede llevar a que tomes decisiones impulsivas o incluso a situaciones en las que no todo sea tan consensuado como debería.
Resaca emocional: Después del subidón viene el bajón, y créeme, puede pegar fuerte. Ansiedad, culpa, esa sensación de vacío… no es algo con lo que quieras lidiar al día siguiente.
Riesgo alto de episodios paranoicos: El monkey dust no solo estimula, también puede jugar malas pasadas en tu mente. Las alucinaciones y la paranoia pueden generar conflictos, y si estás en un entorno de chemsex, las cosas pueden volverse tensas o incluso peligrosas rápidamente.
Paranoia, alucionaciones y delirios con el Monkey Dust
Con frecuencia algunos usuarios me reportan que tras el consumo de Monkey Dust se ven envueltos en situaciones de mayor riesgo debido a la paranoia. Por ejemplo, creer que les han robado algo, o que les espíen, o que exista algún tipo de complot persecutorio.
Esto provoca que la persona pase a un estado de alerta total tras el consumo aumentando enormemente el sufrimiento. Las paranoias suelen trascender el espacio de consumo y se trasladan a la vida de la persona como por ejemplo sus relaciones o el trabajo.
Es habitual que tras estos episodios la persona desconfíe y le cueste pedir ayuda. En general, estos episodios suelen decrecer con el paso de los días si se detiene el consumo. En psiquiatría también se les suele facilitar antipsicóticos como la Olanzapina en formato oral.
Como medida de reducción de riesgos pueden recetarse fármacos antipsicóticos para los momentos de consumo y reducir la probabilidad de paranoia.
En casos graves, se suele invitar a la persona a que previamente al consumo se acerque al hospital para recibir una inyección de antipsicóticos que previene la aparición de la paranoia.
Consecuencias de la paranoia en el chemsex tras el consumo de Monkey Dust
Frecuentemente la paranoia se comporta como lo que los psicólogos conocemos como una Variable Mantenedora del Consumo o práctica del chemsex. Y ¿Qué quiere decir esto?
Al tratarse de paranoias vinculadas al consumo, el usuario cree que volviendo a consumir logrará conocer más datos que confirmen sus sospechas y por tanto logrará darle sentido por fin a la narrativa de su paranoia.
Esta suele ser de las variables más complicadas de manejar en las intervenciones psicológicas ya que totalmente comprensible que si una persona se encuentra en completo estado de alerta, rechace cualquier tipo de ayuda o versión alternativa de su realidad.
El respeto a la versión de la experiencia del usuario con paranoia, facilitar la abstinencia y la ayuda psiquiátrica con farmacología antipsicótica es en mi experiencia como profesional del chemsex la principal vía de abordaje en estos casos más graves.
Reducción de Daños: Consejos para Cuidarte
La verdad es que no todo el mundo que participa en el chemsex está pensando en dejarlo, y eso es totalmente válido. La idea de la reducción de daños no es juzgar ni imponer nada, sino darte herramientas prácticas para que puedas cuidarte mejor y minimizar los riesgos.
Si el monkey dust aparece en escena, aquí tienes algunas cosas que puedes hacer para protegerte:
- Infórmate: Saber qué estás tomando y qué efectos puede tener es fundamental para tomar decisiones más conscientes y con menos riesgos.
- Escucha a tu cuerpo: Estas sustancias pueden exigir mucho físicamente. Tómate descansos, bebe agua, come algo nutritivo y, sobre todo, no te fuerces si sientes que tu cuerpo necesita parar.
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- Rodéate de seguridad: Habla con alguien de confianza sobre lo que estás haciendo, por si necesitas apoyo. Asegúrate también de saber dónde buscar ayuda si algo no va bien.
Recuerda: cuidarte nunca es un exceso, y cada paso que des en esa dirección cuenta.
Historias Reales y Reflexiones
En consulta, he trabajado con hombres que han utilizado la catinonas en el contexto del chemsex, especificamente Alfa-PVP que es una de las más habituales en la zona del levante español. Lo que he aprendido es que estas experiencias, te lo cuento ahora.
Por ejemplo, hay pacientes que han sufrido episodios de paranoia extrema tras consumir alfa-PVP. Estaba convencido de que sus compañeros sexuales intentaban hacerle daño, lo que terminó en una crisis que incluyó agresiones y un ingreso hospitalario en psiquiatría. Desde el luego que el proceso de recuperación no es fácil cuando hablamos de estas drogas pues a veces la paranoia puede hacer que se produzca una gran distancia con la realidad.
Y no es la única historia similar. Es habitual que tras los consumo de alfa aparezcan paranoias persecutorias sobre todo cuando se dan consumos prolongados en el tiempo durantes varios días. Ademas las paranoias se incrementan dado que la propia persona ve indicios malintencionados en situaciones cotidianas que afectan gravemente a la vida de la persona causando mucho sufrimiento a sí mismo y a veces a terceros.
Mi papel como psicólogo no es echarte una bronca ni decirte qué hacer, sino acompañarte en el camino hacia una vida más saludable y satisfactoria, sea cual sea tu punto de partida.
Si sientes que necesitas hablar con alguien sobre tus experiencias, no dudes en buscar ayuda. A veces, el paso más difícil es el primero, pero créeme, vale la pena.
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